Alba, latido del mundo
El cielo abre su ojo dorado,
despierta el aliento de la tierra,
los colores danzan sobre el horizonte,
tejiendo el pulso sagrado del día.
El sol es un dios naciente,
su luz un pacto antiguo
que renueva el destino de las sombras.
Cada rayo es un hilo
que une lo visible y lo oculto,
lo que somos y lo que olvidamos.
El camino se estira
como una arteria del universo,
serpentea entre susurros de viento,
mientras la mañana murmura
su verdad sin palabras.
Aquí todo es un ciclo,
una promesa que arde
en el pecho del cosmos:
morimos con la noche,
renacemos con el alba.
@María José Luque Fernández
