Amy abbott
Diálogos sentidos mas no escuchados, esperanza noble de amor que va de la mano, la añoranza firme habla la fe que está esperando, y un mar de coincidencias que murmuran a favor de los sueños y los años.
Suaves labios que modulan embelesados instruyendo la inminente venida del amor, y el dulce néctar de tus labios, he sido yo quien como fiel espectador, ha notado de cerca cada detalle en tu corazón... Y no estoy y sé que no estás, de alguna u otra razón yo te quiero cada día más.
Porque esperar nunca ha sido opción, y es lo que a mí me atrae más saber que no esperas que te espere, ni que yo me ponga a esperar.
Con la ilusión latiendo, libero de pasar la pregunta inesperada ... Dime por favor.. ¿Tú me quieres? La pronta respuesta se maquilla de la nada, susurra en el tiempo un si confabulado, y aunque la pregunta retorne la majestuosidad quisiera yo escucharla una y tantas mas, que la magia siempre inimaginada desdibuje en mi tu hermosa alma, para besarla hasta morir, y abrazarte hasta que ya no sientas nada.
Remolinos de emoción en tu pecho resulta tan pronto, resulta tan fuerte… Imposible contenerme hacia esta verdad que esta al asecho, hacia esta inmensidad de emociones y de sueños…
Cada gesto entonces tuyo convoca a mi corazón a hacer cosas que ni en mis cabales haría yo, porque sacas lo mejor de mí porque me animas a sentir le has devuelto a mi vida la emoción de sentir.
Eres mi poder y gobiernas mi incertidumbre y mi rima, eres expresión del sentimiento que suave con sencillez termina. De repente quizás soy indigna, y ya no estoy a la altura.. Destronando a mis versos de la palabra y la dulzura, quizás sea yo la suave transparencia de la timidez que sin querer lastima.
Quizás no sea perfecta, y sean más mis defectos por conocer que aquellos conocidos, que no hay nadie perfecto y lo que te ofrezco yo es mucho más de lo antes visto.
Cuando me destrone en un arrebato de divina lucidez y te tome hasta mi cuerpo incitándote a mi amor, sucederá ese primer beso ese primer roce, ya la timidez se habrá ido y para entonces cada espacio de tu cuerpo y alma será mío..
Cuando la locura brinque por encima de nuestros miedos, con una lagrima, con algún suspiro o con un riesgo, te prometo princesa por todo este amor que te lo haré saber.