Pálidos, suaves, carnosos, lisonjeros; sensuales, seductores y sublimes.
Traicioneros, inasibles, mentirosos.
Me enloquecen, me atormentan, me extasían.
Se ofrecen inocentes, castos, pecadores.
Hablan, ríen, gritan, me estremecen.
Húmedos, crueles, despiadados.
Gimen, murmuran, callan, me devoran.
Son tiernos, cariñosos, mustios y callados.
Se mueven silenciosos.
A veces embusteros, infieles, desleales... fugitivos.