#Españoles #Generación27 #SigloXX (1930-1931) Poesía
No hay ningún paso, ni atraviesa nadie los dinteles de luz y de colores, cuando la rosa se abre, porque invisibles son los paraísos
Mi soledad llevo dentro, torre de ciegas ventanas. Cuando mis brazos extiendo abro sus puertas de entrada y doy camino alfombrado
Huyo del mal que me enoja Buscando el bien que me falta. Más que las penas que tengo, Me duelen las esperanzas. Tempestades de deseos
Tuvo mi amor la forma de tu vida. Nunca el olvido le cerró los labio… A la estela ni al cauce, ni a la g… Que atravesabas tú; límite era Que se quedaba estático afirmando
Hubiera preferido ser huérfano en la muerte, que me faltaras tú allá, en lo misterioso, no aquí, en lo conocido.
Mis ojos grandes, pegados al aire, son los del cielo. Miran profundos, me miran me están mirando por dentro. Yo pensativo, sin ojos,
Como un ala negra de aire Desprendida de hombro alto, Cuerpo de un muerto reflejo En duras tierras ahogado, La sombra quieta, tendida,
¡Qué sola estabas por dentro! Cuando me asomé a tus labios un rojo túnel de sangre, oscuro y triste, se hundía hasta el final de tu alma.
Tu soledad te defiende, Te limitan tus miradas, Que yo sé que tu alma llega Adonde tu vista alcanza, Adonde llegan tus sueños,
El alma es igual que el aire. Con la luz se hace invisible, Perdiendo su honda negrura. Sólo en las profundas noches Son visibles alma y aire.
Las sendas que me obligo A recorrer por ti, No las borra la vida, Y en vez de flores, una venda, Dura como una máscara,
No sé si es que cumplió ya su dest… si alcanzó perfección o si acabado este amor a su límite ha llegado sin dar un paso más en su camino. Aún le miro subir, de donde vino,
Profeta de mis fines no dudaba Del mundo que pintó mi fantasía En los grandes desiertos invisible… Reconcentrado y penetrante, solo, Mudo, predestinado, esclarecido,
Tanto mundo que he visto, todo el… Ahora cuando estoy solo no me bast… Para mi vida ni para mi sueño. Y sin embargo, cuando estoy contig… A flor de esa imprecisa superficie
Entre alaridos se sostiene su débil rama, entre escombros de guerra, viva en mi corazón endurecido, como una flor sencilla