Me alivia las noches,
me alivia los días,
me alivia los momentos
que sin tí son tiranías.
Si no la tuviera
la locura me mataría,
ya que lo que sé de tí
es mi única sabiduría.
Gracias por darme
tan importante recado.
No te defraudaré,
jamás me iré de tu lado.
¡Ay, la llave a tu corazón!
Si no me la hubieses dado,
tras tanto sufrimiento,
la soledad me habría matado.