Con esos, los ojos tan bonitos,
esos finos labios, propios de un modelo como tú,
con tu voz dulce, me rechazaste
mi mala y modesta poesía,
porque, en tu mente jamás podría
haber permitido un ser tan hermoso como tú
Una gran sorpresa, vaya, ¡qué ignorante he sido!
pensando que me creerías.....¿quién me lo hubiera dicho?
Pues quiero que sepas que tú, ¡vida mía!
eres la razón que ha quedado presa,
de amor encendido, en mi alma en agonía.
Para mi tus ojos, son ventanas al cielo,
y esos finos labios de dulce mi esquisto manjar,
Tu mirada es (como luz de día)
tu voz y tu persona, mi más preciado anhelo;
que en sueños te miro y eres mi alegría
que con sólo verte, ¡mi alma eleva el vuelo!
M.A.A.L.