Descubrirnos
Para J.C.V.C.
Fuimos como tentáculos de pulpos,
mis brazos en tus hombros se enredaban,
tus brazos, mi cintura acariciaban,
unidos en la danza de los cuerpos.
Lotos pequeños, piernas sobreponen,
la piel desnuda, sexos que rozaban,
en armonía perfecta se amaban,
mientras el universo nos compone.
Después, en el cansancio placentero,
entre olores y suaves respiraciones,
se halla la calma, se encuentra el sendero.
Tu calor persiste en completitud,
pliegues, texturas, sonidos y aromas,
¿así es cómo se siente la morada?
