Ahora el dolor
y tu recuerdo
me pegan suave,
como la brisa que atraviesa
una vela rasgada,
casi como un caricia
en la herida
Tu recuerdo me llega
como ola benévola,
que sacude la borda,
desecha,
podrida
A mi nave
llamada “Dolor”,
la golpea tu recuerdo
como viento,
en un mar de sargazos