En la mañana,
cuando a lo lejos te veo,
nace la impotencia del ave enjaulada
Así estas corazón mío,
con la nostalgia
del vuelo,
de la mañana,
del horizonte
Con la impotencia del alma,
estás vida mía.
Con la nostalgia de la primera mirada
al despuntar el día.
Con la ahogo de la sonrisa y la alegría
que te expresaría al verte
Con la represión de la posibilidad de acercarme,
abrazarte,
sentir tu alma,
preguntarte,
decirte,
amarte