#EscritoresEspañoles
¿Quién habla del amor? Yo tengo f… y quiero ser diciembre. Quiero llegar a un bosque apenas s… hasta la maquinaria del corazón si… Yo quiero ser diciembre.
Esta ciudad me mira con tus ojos, parpadea, porque ahora después de tanto tiem… veo otra vez el piano que sale de… y me llega de forma diferente,
Quizá sólo nos falte ser algo menos jóvenes, sentir en… más distante la vida, sin abusos con nuestra inevitable humanidad.
Ocurre pocas veces, apenas en la noche del eco torment… o en el amanecer de luz dañada como en la oscuridad y más nocturna.
Imaginar los sitios posibles donde… verte llegar sin noche a La Tertu… reconocer tu voz apresurada al contar una anécdota o preguntar por mí,
Nos pusimos de acuerdo. Yo esperaba sin prisa por la esqui… me hacía el despistado, hablaba con el niño y los borracho… encendía un cigarro o compraba el…
Se descalzan los días para pasar de largo sin que nos de… Son casi despedidas, casi encuentr… —felices pero incómodos— de cuerpos que se miran
Yo te estaba esperando. Más allá del invierno, en el cincu… de la letra sin pulso y el verano de mi primera carta, por los pasillos lentos y el exame…
Señor compañero, Señor de la noch… haz que vuelva su rostro quien no quiso mirarme. Que sus ojos me busquen sostenidos y azules
Las palabras son barcos y se pierden así, de boca en boca, como de niebla en niebla. Llevan su mercancía por las conver… sin encontrar un puerto,
¿Quién anda ahí, verso sin terminar entre mis verso… desatendido sueño, silencio de las luces y las puerta… ¿Quién anda ahí,
Al pasar de los años, ¿qué sentiré leyendo estos poemas de amor que ahora te escribo? Me lo pregunto porque está desnuda la historia de mi vida frente a mí…
Ahora sé que estas calles nos han hecho sol… y nuestro corazón tiene el pulso amarillo de las maderas lentas de un tranví…
Aplauden los semáforos más libres… mientras corren cien motos y los f… trabajan sin enfado. Es la noche m… Ninguna cosa viva merece su conden… Corazones y lobos. De pronto se i…
Si alguna vez la vida te maltrata, acuérdate de mí, que no puede cansarse de esperar aquel que no se cansa de mirarte.