La vida es un sueño
La Muerte, con voz temblorosa,
preguntó a la Vida en la calma:
«¿Por qué todos huyen de mi sombra,
y a ti te abrazan con alma?».
La Vida sonrió con suavidad,
su voz era brisa ligera:
«Tú muestras el fin sin piedad,
yo soy la esperanza primera.
Soy el sol que nace cada día,
el abrazo, el juego, el amigo,
el susurro de la melodía
que oculta el camino oscuro contigo.
Soy el campo lleno de flores,
la risa que nunca se apaga,
las canciones, los colores,
y la promesa que no se entrega.
Tú eres verdad que duele al llegar,
la sombra que nadie quiere mirar,
el silencio que rompe el cantar...
Yo soy sueño que sabe engañar.
Porque en mí hallan dulces mentiras:
que el tiempo no borra los lazos,
que el amor nunca se iría,
y que no existen los fracasos.
Los protejo con velos de luz,
mientras tú, con tu mano fría,
recuerdas que todo es fugaz,
y que el adiós llega algún día.
Pero no temas, hermana cruel,
sin tu verdad, mi espejismo,
sería vacío, sería un edén
sin raíces, sin el abismo.
Los dos somos ríos que van
a un mismo mar de eternidad:
yo les doy fuerzas para andar,
tú les das paz al final.
—Luis Barreda:LAB