El Latido del Corazón
Si tu corazón te dice que sigas adelante,
escucha su voz de lluvia, su canto vibrante.
No temas si tropiezas, si caes al andar,
lo importante es que sigas, sin dejar de soñar.
El camino no es recto, tiene curvas y flores,
a veces noches largas, a veces muchos soles.
Pero si en cada paso sientes que es verdad,
aunque te equivoques, habrás ganado paz.
No importa qué murmuren, ni lo que diga el viento,
tu rumbo no se escribe con otro pensamiento.
La vida es un viaje que solo tú entenderás,
donde el corazón guía y el sueño brillará.
Si alguna vez la duda te quita el aliento,
recuerda que hasta el río busca su propio intento.
No existe mar sereno sin olas que luchar,
ni estrella que no brille por miedo a naufragar.
Que tus sueños te lleven donde el alma sonría,
donde el amor no tenga fronteras ni agonía.
Donde el tiempo se quede dormido en un cristal,
y el mundo sea un verso que hable de tu verdad.
Aunque el miedo te jure que todo es incierto,
confía en esa chispa que guardas dentro, despierto.
Porque el corazón sabe, aunque no tenga razón,
que hasta en la oscuridad se siembra una canción.
No hay mapa que describa lo que el pecho reclama,
ni puerta que se cierre si abres con el alma.
Sigue esa melodía que nadie más oyó,
la que te hace sentir que el cielo te abrazó.
Y si un día te pierdes en un bosque de espinas,
recuerda que hasta el ave aprende en las ruinas.
Cada herida es un surco donde crece la luz,
y el amor nunca es error... solo es inquietud.
Que la belleza encuentre tu mirada sincera,
en el vuelo del pájaro, en la arena ligera.
En el beso del viento, en el trigo al pasar,
en todo lo que nace sin dejar de latir.
Porque el corazón vive de risas y de estrellas,
de caminos que suben, de huellas que revelan
que la vida no es meta, ni un puerto que alcanzar,
sí el viaje que te lleva a donde quieres estar.
—Luis Barreda/LAB