Escucha:
—Lusonica de Babasónicos.
—Esquivando charcos de La Renga.
—Antihumano de Attaque 77.
—Ay ay ay de Los Piojos.
Mientras se recupera a sus 30
de una vida rápida que lo hizo mierda.
Drogas, mujeres, falsos amigos,
alcohol, tabaco y la locura innata de él.
La noche es el mejor lugar
para desenrollar sus principios locos.
Duerme solamente empastillado
y se despierta asustado de cuanto en cuanto.
Mea sentado, como ya saben,
y se interna en su casa evitando la sociedad.
La resaca de aquellos años
lo dejan roto, quebrado y un poco descosido.
Ya no se marea ni viaja lejos,
se lamenta de estar vivo en este mundo
pero disfruta del vivir aquí
concentrándose en los sanos placeres.
Aunque algunos vicios siguen,
son más inofensivos que los tantos otros.
Barba y pelo largo, gordito ya,
pero con la lucidez quemada en consciencia.
Amor, poesía, tranquilidad,
son algunas de las cosas de su día a día.
Música, sociología y psiquiatría,
las cuestiones que no lo dejan descansar.
Dicen que perdió la cabeza
pero él siempre guardó repuestos viejos
para que no le falte el marote
a la hora de sentir y de pensar, sabés?
No tiene banderas ni religión
aunque lo tiene de amigo al buen Dios.
Conserva su alma sucia
aunque ya se peleó con el diablo, o no.
Trata de estar limpio de corazón
para que circule bien la sangre de sus venas.
Las arterias se confunden al transitar
y no quiere ni un puto transplante, es como está.
Se despidió de muchas cosas
y abrazó unas pocas, de tinte emocional.
Coagula sus miserias con lujos
desarrollando el artista de rocanrol.
Se encierra entre gatos,
se aleja de los seres humanos.
Fuma y bebe despacio,
se ha esfumado aquel, ay no!