De una Virgen hermosa celos tiene el sol, porque vio en sus brazos otro sol mayor. Cuando del Oriente

¿Quién es aquel Caballero herido por tantas partes, que está de expirar tan cerca, y no le socorre nadie? «Jesús Nazareno» dice

Érase el mes de más hermosos días, y por quien más los campos entreti… señora, cuando os vi, para que pen… tantas necias de Amor filaterías. Imposibles esperan mis porfías,

Llenos de lágrimas tristes tiene Belardo los ojos, porque le muestra Belisa graves los suyos hermosos. Celos mortales han sido

Sentado en esta peña, donde mis tiernas lágrimas se impr… a imitación pequeña de las que el alma y corazón me op… presumo enternecella

De hoy más las crespas sienes de o… verbena y mirto coronarte puedes, juncoso Manzanares, pues excedes del Tajo la corriente caudalosa. Lucinda en ti bañó su planta hermo…

—Boscán, tarde llegamos —¿Hay pos… —Llamad desde la posta, Garcilaso… —¿Quién es? —Dos caballeros del P… —No hay donde nocturnar palestra a… —No entiendo lo que dice la criada…

Dulce Jesús de mi vida, ¡qué dije!, espera, no os vais: que no es bien que vos seáis de una vida tan perdida. Pero si no sois de mí,

«—¿Apartaste, ingrata Filis, del amor que me mostrabas para ponerlo en aquel que pensando en ti se enfada? ¡Plegue a Dios no te arrepientas

Como si fuera cándida escultura en lustroso marfil de Bonarrota, a Paris pide Venus en pelota la debida manzana a su hermosura. En perspectiva Palas su figura

Lucinda, yo me siento arder, y sig… el sol que deste incendio causa el… que porque no me encuentre el dese… tengo al engaño por eterno amigo. Siento el error, no siento lo que…

Ya no quiera más bien que sólo ama… ni más vida, Lucinda, que ofrecero… la que me dais, cuando merezco ver… ni ver más luz que vuestros ojos c… Para vivir me basta desearos,

Si culpa el concebir, nacer tormen… guerra vivir, la muerte fin humano… si después de hombre, tierra y vil… y después de gusano, polvo y vient… si viento nada, y nada el fundamen…

«—Di, Zaida, ¿de qué me avisas? ¿Quieres que muera y que calle? No des crédito a mujeres no fundadas en verdades; que si pregunto en qué entiendes

El lastimado Belardo con los celos de su ausencia a la hermosísima Filis humildemente se queja. «—¡Ay, dice, señora mía,