Yo soy un campesino... Las montañas
embalsamaron mi niñez riente;
aprendí de las flautas de la fuente
y de las aves églogas extrañas.
Los vientos que retozan en las cañas
me enseñaron el dístico valiente,
y escuché lo que dijo en la pendiente
la carreta montes a las cabanas.
El olor de la tierra humedecida
por la lluvia sutil de los inviernos,
y de los campos de la florida veste,
le dan a mi laúd himnos de vida:
por eso canto los retoños tiernos
que se hacen mies en el cortijo agreste.