Del libro El tiempo niño.
El niño salta la cuna, con leche tibia se desayuna, se va a la escuela
Mi padre era un hombre terrible. Hasta lo peor medró en su boca. Me llevó a pensar a punto y lugar donde se piensa: En las barbas de un hombre se ocul…
El cielo ha perdido todo el lujo imaginario —nubes blancas borradas, sol radiante sin luz,
Historia del niño René Rosales y de la flauta encantada es una obra singular dentro de la poesía infantojuvenil hispanoamericana. Concebida como poema narrativo dividido en si...
El suicida se alegra del vacío. —Ya cayó (lo dice el ojo del transeúnte). —Tú, ¿quién eres tú? ¿de dónde vienes?
Actúo y me reprendo, peco y viene el arrepentimiento a la conciencia… el juez que soy yo mismo da senten… que o castiga o advierte o reconvi… Y al par, en la defensa, me declar…
El secreto del número –el través de todo lo mortal o aparecido– ha sumado ha restado ha dividido desoyendo las leyes de Moisés Como grupo juntaron treinta y tres
35 Nunca entendí los motivos de escribir obras extensas... ¡Qué lejos vanse a buscar la verdad o la belleza!
Bóveda, extensión, cerrado azul, poderosa explosión de lo mirado, fuerza de la inmanencia, fuerza ap… ¡tú que emerges, que empujas, que… ¡Yo en mi centro rendido, yo en mí…
Cuando nos fuimos a vivir al campo, nuestro padre nos habló de los hurones. —Son animales huraños... ¡ah!, y muy feroces, que destruyen la crianza de gallinas. Devoran huevos y polluelo...
El fantasma Miguelito ya no tiene quien le tema cuando baja, cuando sube, cuando mueve la escalera.
A gritos a murmullos a días a nocturna ebriedad a blanca esencia
Cuando suelen pasar montañas grises —vagas torres astrales— veo la maduración de la luz sonorísima
Yo fundaré una ciudad para tus ojo… porque la veas en su raudo movimie… una ciudad no de un siglo, sino solar, eterna como la duración de los abrazos...
Y si retorno, dolorido, ¿qué tú me dirás? ¿Qué cosa llevaría —dolor, desdén, templanza o alegrí… tu boca a los despojos de mi fe? Y si retorno, dolorido, ¿qué