A mis súplicas fervientes presta o… y al suave musitar de mis plegaria… Escucha mis suspiros, mi clamor, y… ¡oh Rey mío y Señor mío, oh Dios!
Actúo y me reprendo, peco y viene el arrepentimiento a la conciencia… el juez que soy yo mismo da senten… que o castiga o advierte o reconvi… Y al par, en la defensa, me declar…
Amo la quietud de los árboles, el bisbiseo de sus copas, la gracia y la velocidad con que s… No están quietos los árboles ni los fijan sus raíces:
Simétrico perfecto fino afable voluptuoso brillante delicado sin burdas asperezas deseable diamantino redondo u ovalado O bien vago asimétrico e informe
El magisterio intelectual de don Bruno Rosario Candelier sostiene su marcha edificante con la reciente publicación de la colección de ensayos titulada El lenguaje de la creación...
Donde estoy no se oye nada, no se palpa nada que no sea hermoso. En los objetos, y en sus formas
Hablaré con sencillez y con humildad, sin pretender que los conceptos vertidos sean absolutos o necesiten imponerse a los demás. Seré claro; la oscuridad se allega más a la velación ...
Ese pacto final entre las luces y el ojo, el órgano impaciente, raíz del ver (¡el mundo, multitude… ¿de qué vale? Al fin nunca podemos
Hablo del humo y hablo de lo human… hablando, en cada caso, por lo mis… la relación del pez sobre el abism… se implica en la ecuación, si das… Va de intento: Timón cavó la grut…
—Cantores fuimos, y tuvimos un corazón... Cantores fuimos. También a nosotros nos tocó vivir,
¿Dónde están las espadas de aserrí… y el amplio abrazo de la soledad? ¿Dónde están las espadas? Buidas en sus lechos (el haz con que me anulas,
Tus versos exquisitos, libres de ruido y fleco, vertidos en el aire flotan como los rezos de las ancianas, como
41 En este mundo traedor nada es barato ni caro, todo es según el grosor del bolso con que has comprado
Veo sus manos desprendidas, solas, moviéndose al compás de la su músi… Es así. No preguntaré dónde está su cara
Sé la fiebre en mi médula dormida, la espina que florece en mi costad… la brasa que devore mis márgenes a… Danza en mí como la luz en la raíz del agua,