En un patio rodeado de almenas lapislázuli
Y pequeñas columnatas de color marfil brillante;
El maestro crea mándalas solares
Sentado frente a un círculo perfecto de finísima arena multicolor
Dibujando en ella un complejo entramado de poliedros perfectos
Que parecen emerger del suelo y sostenerse en el aire
De su mano caen ordenados granos formando
Variados y bellos dibujos; Recuerda, me dice
Hasta qué punto el diseño puede ser cambiado
Debido a los toques de los diferentes dedos
Cuanta sincronicidad en cada toque, sabes
Un ardiente corazón percibirá la diferencia
Que establezca el ritmo dado en la labor
El conocimiento recto es fuego alumbrador,
Difícil es explicar con palabras lo multidimensional
Por eso es que amo los mándalas,
Pueden ellos expresar las múltiples resonancias del corazón
Medita en él mándala que resuene para ti
Toca un cuenco y que su sonido te guie
A través de un radiante camino hacia el Sol
Una vez ahí crea un brillante espiral de luz
En perfecta comunión con el corazón del Sol