El pecho con la constante vibración de un tambor
Al son de un compás inquietante y desordenado
Imposible encontrar una lógica
Tiempos caóticos, tiempos de llanto, tiempos de pena
Te limpias, te levantas
Pero estática te quedas,
sientes un vacío, demasiada tranquilidad
El ruido alarmante de la ausencia, de el faltar, de no estar.
Te vuelves a tumbar de espaldas,
Miras el techo blanco y tal vez
Cierras los ojos