Quizás es ese insondable espacio
que separa a dos almas cautivas.
Quizás sean esos centímetros infinitos
que quiebran parsimoniosamente dos corazones.
Quizás sea la indiferencia marcada en tus pupilas
o la incertidumbre acentuada en tu primoroso rostro.
Quizás sea el simple hecho de estar cerca y a la vez tan lejos.
Quizás sea ese inexplicable momento en donde el tiempo
se ralentiza cuando se encuentran nuestras miradas.
Quizás sea el anhelo de nuestros espíritus al querer
reunirse bajo ese eterno cielo gris.
O quizás, simplemente quizás, la distancia sea estar unidos...