#EscritoresEspañoles
Cuídate mucho de los que sólo miran, de los que siempre están detrás, de esos a los que nunca
Las primeras tienen su cosa, es cierto. Otra vez con el trago en la mano, uno se siente a gusto de sentirse tan mal, de tener ese cuerpo,
A veces —cuando observa en los bares la sana desvergüenza de los jóvene… los rescoldos de una oscura pasión avivan su mir…
Sale de la marquesina y mira hacia la izquierda; vuelve y reinicia su pequeño “claqueteo” nervioso. No aguanta más, se muere, necesita
Están cogidos de la mano en silencio, bajo los soportales. El niño mira su columpio, muy triste,
En todas las ciudades que he pisado me ha parecido verte: un autobús que arranca y que no cojo,
Un simple comentario a destiempo, sin ninguna intención.
Con los días contados, chaval, así vivimos todos. Esperando a que nos tachen de la lista. Distrayendo
Ya poseemos casi todo lo que nos iba a hacer felices. Puede decirse
La radio está encendida. Suena la pedorreta de una moto
Lentos por las aceras, inmóviles en las repisas, aovillados
Llegan y se van sin hacer ruido —como buenos clientes—, luego el tiempo los confunde
Es inútil buscarlo. Cuando menos lo esperas, aparece en un bar. Y ya nada es igual en adelante. Un día tocas los dientes de la gloria,
Tendría alrededor de ochenta años, estaba atascada en un semáforo, como un barquito de vela bajo la tormenta,
El futuro es vuestro, chavales, decían, como quien te dice que te ha tocado algo,