La Ceremonia
La muerte juega
con el que fui
en la puerta del olvido
Un grito sin color
creciendo en la boca de la noche,
una señal mágica
desde el fondo del alma,
buscamos entre cenizas
el paraíso de un cuerpo ya no amado,
dulce conciencia del deseo.
El hechizo pliega labios del amor,
la pequeña inocencia se esconde
y pronto nos uniremos al jardín,
tarde de fuego en un círculo,
ceremonia de lo que no hay,
cantaba el animal precoz
su diamante inmortal,
máscara de las masacres
entre persignos y presagios,
extraño que fui en un haz de nada,
cae la noche junto a la estrella,
mi puerta se cierra,
la soledad es quien me abandona
y me vuelvo a despertar
en tu circulo de amor.
Solo queda la herencia
de un azul lejano
abriendo en las sombras
la boca del silencio
porque te escribo
y rios de tinta
atraviesan mi ciudad de papel
Abre la ventana de tu ser
y mira la sonrisa de los dias a venir,
ya no tengo más ayer,
me escucho caer en mi,
gramo sobre gramo
palabras teñidas de silencio,
porque ignoro este reino del adiós
y me pierdo con las muecas del sol,
me quedaré como un hueco
hasta la espera de la gran sed,
sueño que escapa
con todas mis formas,
aguas eternas
en las que inocentemente
me recordé,
lluvia de hadas
Late ese despertar,
esa otra muerte que es el amor,
y nos vemos en ecos,
dulces espinas de rostros fantasmas,
humo de nieblas del subsuelo,
es la oscuridad
que nos abraza en un torbellino,
en un lenguaje de nunca jamás
Porque busco mi antigua mirada,
este espacio vacio
bordea la casa de mis temores,
me levanto de mi cuerpo
y escucho el silencio de lo que fue,
yo no sé más que la estrella
que crea la poesía de la noche,
si caminas al borde de mi sombra,
si encuentras
un tesoro oscuro en mi memoria,
si ensueñas
el cuerpo del cielo fugitivo,
si devoras mi mirar,
si dibujas
la fuente de mis pasos perdidos,
quizás te buscaré.
