Continuidad de los Sueños
Nombrar cada sueño, cada ilusion,
las cosas no tienen nombre,
perderse en el infinito mar de puntos luminosos,
acariciar los pétalos de tu ser dormido, por momentos hipnotizado
ante el elixir de la nada; ordenado caos petrificado en la sonrisa de la noche,
para encontrarnos al fin, en ningun lugar
como estrellas en todos lados, perdidos en un mapa misterioso,
entre ecos de esperanza y aullidos de miedo.
Perdernos quizás, en los infinitos senderos
ya nunca destinados, puentes como sitios olvidados
donde eternamente se busca algo,
un nombre curador o una máquina exterminadora,
esperando cada eco para reconstruir el mundo,
cada caricia para significar la carencia,
(oh morir en el olvido...).
Sombra en la que resisto, en la que insisto en olvidar las soledades,
las múltiples caras del dolor de la casa mental ocupada, somos la jaula y la llave,
nos sostenemos en el vacío entre
figuras y plegarias hermosamente falsas,
un dios vudú bien pensado, esperanza para criaturas vacias.
Tu corazón nunca se reveló contra el amor plástico,
desnudo en la oscuridad, extasis de paladar abstracto,
perdido en tu poema barato, en la rebeldia de flores rotas,
¿y a donde iremos?, atrapados en la eterna espiral,
los cuerpos vacios, las sonrisas llenas de palabras,
el lugar de los tesoros de un oculto eclipsado,
en la tierra más soñada, en la fiesta hormonal,
blanco de todas las flechas errantes de realidad,
espiritu de duendes lunares, lugares que existen solo al mirar,
navegantes del rio espejo,
cazadores del bosque quejumbroso,
bebedores del ego arcoiris,
melancólicos heroes.
