Julianaire

las nubes y el frío de brujas

[mi analista consideró acertada la idea de que para procesar todo lo que pasó debería escribirlo]

la vida es retorcida
y angosta
como las callejuelas
de brujas

evoco, porque me sana,
el cielo celeste lleno de nubes
el desfile, la catedral
la lluvia en la noche llena de luces

si me concentro puedo sentir
las vías del tranvía en mis pies
el puente al llegar a Bredene
el miedo a que empiece Pictet

el frío
las primeras sonrisas al sol
escabullirse y salir,
1km a pie, compras en Lidl que escondí

como podría olvidar mis 25
en otra esquina del mundo
con gente de todo el mundo
agradecido por cada segundo

si hubieses visto, esa sonrisa empañada de lágrimas con mi madre al teléfono llorando a mil kilómetros de distancia abrazándome con el abrazo más físico que sentí jamás, si hubieses visto la emoción a flor de piel de sentir que por primera vez en mi vida la vida me estaba sonriendo que por primera vez en mi vida me siento realmente feliz

que alegría!! y toda la poesía que respiré en Bruselas!!
“dormi” solo en un hostel (mi acompañante roncaba)
en mi valija fue el trofeo, me recibió coco en copenhague con un cartel
(que risa me dio el cartel!!!)

hice música recorrí los parques
siempre en bicicleta, las ciudades y las iglesias
las plazas y el museo
¡ah, y la conexión con lo divino en la catedral mármol pastel!

el vuelo de ida el vuelo de vuelta
la sensacion de ligereza estomacal generada por las emociones aflorando en algun punto del aire que alguna vez respiré

Cruz Cafune, Patrick Watson, Mac Miller;
mi última mañana amanecí recorriendo el centro
tomé un café con un croissant en una cafetería que me hace llorar cada vez que la recuerdo

¡¡la(s) tienda(s) de discos!! el paseo entre joyas
hubieras visto!! vinilos de todo el mundo
obras de todo el mundo, cuadros de todo el mundo
el mundo jugando a saltos en las huellas de mis manos

respiré tres veces y le grité al cielo
gracias dios, universo
me fui niño y volví más niño pero más adulto
irreconocible porque el destino me sanó un poquito el corazón

como mi mamá cuando era muy chiquito diciéndome al oído que lo que yo sueñe lo puedo lograr, siempre.

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