Al moverse tintineaban las cadenas que ceñían sus muñecas contra la p… Como estaba vendada solo escuchaba… la lluvia levemente a través de la… Pasó así por más de dos horas. La…
Y bajo la fiera luna como fieras nos regamos con fuego y agua tierra y viento
Fátima, mi mulata, es la inefable… de valles, cascadas, lagos, volcanes y caminos... ¡Ay, ella todo lo que toca lo enca… y, encanta también, con su verano
...La luz no se defiende; la luz ataca o se rinde... —Adonis Ali Ahmad Said Esber, H… Con tiempo y disciplina, te volví
Le descubrí una flor pegajosa y me dijo que era su imaginación. Descubrí su cintura inundada y me dijo que la saborease: «¿Acaso, mi varón,
Estoy harto de escuchar sonar las mismas canciones en la radio. Y no, no quiero que me mandés tu guayaba peludita ahora. Y aunque te escribo
Amados ojos, azúl de mar, bilis os… de una estrella titulada corazón decíme—¿Por qué tardás a amar? Amados ojos, marrón de la cumbre,… sentimental que me alimentás
Todas las tardes, después del simp… la prueba de su éxtasis me regala con broche de oro, mi adicta elegante. Yace lengüeteada
Te estoy conquistando con mis sueñ… Con mi laringe. Te estoy conquistando con mi calor… Con mis Ideas de contemplarte. ¡Con mis ganas de seducirte!
A medio otoño, casi del olvido volviendo con la rosa del verano; el mar del corazón bajo tu mano y el camino de ayer para el oído..… «Casa sobre tu pecho», Claudia La…
¡Ah, mi musa! Con la ventana abierta tendida y desnuda yace mi musa, acariciándose y, ¡ay… Una vehemente brisa recorre todo m…
Castigo ella quiere castigo que la azote que la apriete
Yo, bibliófilo empedernido, quiero leer los pliegos de su cuerpo. Quiero leer sus flores retoñadas contra el tiempo. Quiero aprehender el incienso
Las olas nos arrastran infinitamente mar adentro. A cada ola que nos envuelve te pegás más a mí y tu calor sincero arrasa mi cuerpo.