Juanita Del Mar Bernal

Noviembre

Noviembre me suena a tarde de café con leche y pan,
a mirar por la ventana la lluvia resbalar.
Cuando en esas tardes suspiraba en el desván,
mi corazón jugaba a imaginar,
un beso de callejón que transmutara  esa sensación,
de dolor, de amargura, porque fui esponja de la locura
De dos padres inexpertos, malabareando sus pocos pesos.
 
 
Ahora lo entiendo todo
Eran dos jóvenes, desesperados,
Gritando socorro,  con microfono apagado.
Cada mes llegaban las facturas,  la desesperanza
La amenaza viva de perder la casa.
 
Cada mañana una nueva discusión,
Yo al grito de mi padre le tenía pavor
Mi ira pasaba inadvertida
Me la tragué toda, lloraba en una esquina
De un viejo y polvoriento altillo,
Que se convirtió en mi nido.
 
Asi me pasaban los dias, los meses los años
Sobreviviendo, en emociones navegando
Mi corazón ha creado corazas, mi espalda un caparazón,
Yo sigo buscando una explicación,
Intentando descubrir como volver a mi corazón
Como sanarle el dolor, como le puedo dar un abrazo
Como curamos todo el pasado,
Como nos liberamos de este peso,
Bailamos libres el ritmo del viento.
 
Siento que ha llegado mi momento
emprender mi camino, alzar mi vuelo
Siento que miro al firmamento y dos estrellas me están sonriendo
Como si nos conociéramos
Como si me estuvieran sosteniendo.
En mi mundo interno todo esto es tan cierto
En mi mundo interno solo yo entiendo
Y así lo ponga en palabras, reina el sentimiento
En mi mundo interno vuelo y me sumerjo
Corro, grito, creo, me humedezco, me siento
En mi mundo interno hay tantos secretos,
Como palabras no dichas, el cielo y el infierno.
 
Hoy todo es diferente, vivo en otros tiempos,
Ya nadie me grita, no me escondo en una esquina
Tengo todo lo que me faltó, tengo, amor, tengo abrigo, tengo sueldo y cobijo.
Y a pesar de todo ahora por fin logro deslumbrar,
Sigo siendo  esa niña escondida en algún lugar
De su cuerpo de adulta, que impide a su esencia brillar.
 
Si yo puedo entonces las piezas encajar,  albergarme en mi centro,  el amor brotar,
Como rebosa la miel  y sana mi paladar,
Como nutren las flores el jardín de mi terraza
Así anhelo fundirme en el calor del amor, que a mi niña interna tanto le falto.
Hoy quiero mi niña darte esta sensación, que de adentro me late mi corazón,
Solo tu y yo hemos pasado este camino,
Solo tu y yo sabemos lo que pasó,
En cada noviembre te recuerdo.
 
Te recuerdo jugando a la profesora, a la cantante, de gira por Europa
Te recuerdo sonando tan viva, arde fuego interno, pura adrenalina.
Te recuerdo colgada en una rueda, con los pies de cabeza y al viento tu cabellera,
Los pelos enredados, las manos puercas
Dulces en los dientes, caóticamente revuelta.
 
Siempre tan nosotras, siempre a mi manera
Nina primitiva, competitiva, despierta.
Que paso contigo vuelve a ser quien eras
Tienes el permiso se salvaje, se sincera.
Es nuestro  momento rompe las barreras, que una vez te puse
Para que cupieras, en ese limitado espacio de lo que es “correcto”
Lo que pensaba que era lo “aceptado” la apariencia al resto,
que equivocada estaba, cuanto lo lamento,
Hoy querida niña te suelto y te libero,
Sé tu misma siempre, agradarle al resto, es lo que menos me interesa en este momento.
Vive, grita, canta, baila al firmamento,
Que desde bien arriba todos nuestros ancestros, nos están mirando, te están aplaudiendo
Y una aurora blanca acaricia tu pelo.

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