Todas las rosas son la misma rosa, amor, la única rosa. Y todo queda contenido en ella, breve imajen del mundo, ¡amor!, la única rosa.

Cierra, cierra la puerta, como a ella le gustaba... ¡Que se encuentre a su gusto su recuerdo!

Darbón, el médico de Platero, es grande como el buey pío, rojo como una sandía. Pesa once arrobas. Cuenta, según él, tres duros de edad. Cuando habla, le faltan notas, cual a los pianos...

Yo me moriré, y la noche triste, serena y callada, dormirá el mundo a los rayos de su luna solitaria. Mi cuerpo estará amarillo,

Este año, Platero, ¡qué pocos burros han venido con uva!. Es en balde que los carteles digan con grandes letras: A seis reales. ¿Dónde están aquellos burros de Lucena, de Almonte, de Pa...

No sois vosotras, ricas aguas de oro, las que corréis por el helecho, es mi alma. No sois vosotras, frescas alas libres, las que os abrís

Por el callejón de la Sal, que retuerce su breve estrechez, violeta de cal con sol y cielo azul, hasta la torre, tapa de su fin, negra y desconchada de esta parte del Sur por el constan...

Mira, Platero, cómo han puesto el río entre las minas, el mal corazón y el padrastreo. Apenas si su agua roja recoge aquí y allá, esta tarde, entre el fango violeta y amarillo, el sol p...

Cierra, cierra la puerta, como a ella le gustaba... ¡Que se encuentre a su gusto su recuerdo!

Todo el otoño, rosa, es esa sola hoja tuya que cae. Niña, todo el dolor es esa sola gota tuya

Siempre, después, qué contento cuando me quedo conmigo. Lo que iba a ser mi minuto, es, corazón, mi infinito.

Por fuera luz de plata, por dentro fuego rojo, como los cuerpos mundos del eterno tesoro.