#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #Plateroyyo
¡Qué hermosa muestra eres, cielo a… a los despiertos ojos, de lo despierto! ¡Qué ejemplo hermoso eres, cielo a… a los ojos dormidos,
No recordar nada... Que me hunda la noche callada, como una bandada blanda y acabada. (Que no quede nada...
¿Qué me copiaste en ti, que cuando falta en mí la imajen de la cima, corro a mirarme en ti?
Ya viene la primavera. ¡Lo ha dicho la estrella! La primavera sin mancha. ¡Lo ha dicho la agua! Sin mancha y viva de gloria
¡Qué difícil es unir el tiempo de frutecer con el tiempo de sembrar! (El mundo jira que jira, ruedas que nunca se unen
Que nada me invada de fuera, que sólo me escuche yo dentro. Yo dios de mi pecho. (Yo todo: poniente y aurora;
Nada me importa vivir con tal de que tú suspires, (por tu imposible yo, tú por mi imposible) Nada me importa morir
No, no puedes subir a la torre. Eres demasiado grande. ¡Si fuera la Giralda de Sevilla! ¡Cómo me gustaría que subieras! Desde el balcón del reloj se ven ya las azoteas del pueblo, blanc...
Aún soñaba en las dulzuras de esta… Estoy solo; mis amores están lejos… y mi alma que se muere de tristeza… de nostalgia y de recuerdos, se sumía fatigada
Todas las frutas eran de su cuerpo… las flores todas, de su alma. Y venía, y venía entre las hojas verdes, rojas, cob… por los caminos todos
La chiquilla del carbonero, bonita y sucia cual una moneda, bruñidos los negros ojos y reventando sangre los labios prietos entre la tizne, está a la puerta de la choza, sentada en una ...
¡Qué reguapo estás hoy, Platero! Ven aquí... ¡Buen jaleo te ha dado esta mañana la Macaria! Todo lo que es blanco y todo lo que es negro en ti luce y resalta como el día y como la noche...
Yo no seré yo, muerte, hasta que tú te unas con mi vida y me completes así todo; hasta que mi mitad de luz se cierr… con mi mitad de sombra
Yo quería, Platero, que tú entraras aquí conmigo; por eso te he metido, entre los burros del ladrillero, sin que te vea el enterrador. Ya estamos en el silencio... Anda... Mira: este es...
Señor, matadme, si queréis. (Pero, señor, ¡no me matéis!) Señor Dios, por el sol sonoro, por la mariposa de oro, por la rosa con el lucero,