te escribo en una hojita de papel
caída del cuaderno del hijo
con una baca un burro
sumas restas
esta carta que enviaré jamás
tiene delicias y tristezas
y cuando la leías
te ponías muy dulce
porque yo no escribía nada
pero cantaban los pájaros
azules de la izquierda
volaban a tu sombra y callaban
con los ojos abiertos
como memorias en la noche