Los días me son ingratos,
mis manos se niegan a escribir,
si mi corazón no esta semi muerto,
si tú me amas.
Ellas dicen;"¿Para qué?
me sonrojo y me equivoco,
los terrores no son mios,
son del sol.
Pues ahora tú me amas,
no hay nada por hacer,
no existe la virtud,
ni el dolor de mis musas.
Solo tú,
solo esperar,
solo mi esfuerzo,
y después la libertad.