Introspección
Día Febril
Desde hace un tiempo estas palabras resuenan en mi mente
como quien tiene una migraña tentadora y causante de expresiones textuales,
ya el día esta por acabar y me entierro en un espantoso pero hermoso ataúd.
Con un lápiz y un papel intentando convencerme que solo eres un hombre al que todos creen conocer.
Pero quien eres realmente, te observo, me inspiro pero nunca más allá de eso.
te deseo como el dulce de aquel niño al que se le caen los dientes por probar uno.
Y tus mentiras son el motor para entrometerse en tu realidad, inspeccionar tu mente, la que es causante de desgracias en seres indiferentes.
Que extraño que el deseo se desvanezca mientras más te acercas.
Te culpo por despertar esto en mi pero luego arrancarlo con tu presencia.
Ya no se quien eres, ya no se quien soy..
Pero de algo estoy seguro y es que no somos dos.
carta a uno mismo
