El paciente: Doctor, un desaliento de la vida que en lo íntimo de mí se arraiga… el mal del siglo... el mismo mal d… de Rolla, de Manfredo y de Leopar…

Cual la naturaleza de la que forma parte y es fiel co… el alma humana tiene ocultas fuerz… silencios, luces, músicas y sombra… Vagas nieblas también... las ilusi…

Mientras que acaso piensa tu trist… en la patria distante y sientes fr… al mirar donde estás, y el desvarí… de la fiebre conmueve tu cabeza, yo soñando en tu amor y en tu bell…

—Ella lo idolatró y Él la adoraba.… —¿Se casaron al fin? —No, señor, Ella se casó con otro —¿Y murió de sufrir? —No, señor, de un aborto.

Si en tus recuerdos ves algún día entre la niebla de lo pasado surgir la triste memoria mía medio borrada ya por los años, piensa que fuiste siempre mi anhel…

Asómate a mi älma en momentos de calma, y tu imagen verás, sueño divino, temblar allí como en el fondo oscu… de un lago cristalino.

A una boca vendida, a una infame boca, cuando sintió el impulso que en la… a locuras supremas nos provoca, dio el primer beso, hambriento de…

Anoche, estando solo y ya medio do… mis sueños de otras épocas se me h… Los sueños de esperanzas, de glori… y de felicidades que nunca han sid… se fueron acercando en lentas proc…

Al frente de un balcón, blanco y d… obra de nuestro siglo diez y nueve hay en la estrecha calle una muy v… ventana colonial. Bendita rama adorna la gran reja,

La Muerte: Yo soy la luz, y sin embargo temen Los hombres encontrarme. Yo soy la misteriosa soñadora Que los espacios abre.

Regresar fatigado del trabajo de la diaria fäena e ir a mirarse en lo hondo retrata… de sus pupilas negras cerca del rico piano —mientras vag…

En la tarde, en las horas del divi… crepúsculo sereno, se pueblan de tinieblas los espaci… y las almas de sueños. Sobre un fondo de tonos nacarados

Melancólica y dulce cual la huella que un sol poniente deja en el azu… cuando baña a lo lejos los espacio… con los últimos rayos de su luz mientras tiende la noche por los c…

Algo terrible sentirá tu alma, In… Que el taller tornas de la pobre o… En lupanar maldito! Era una hermosa niña! Sus pupilas Tuvieron luz y brillo,

En el derruido muro de la huerta del convento, en un agujero oscuro donde, al pasar, silba el viento, y, como una dolorida