QUEDAR en lo que queda después del fuego, residuo, sola raíz de lo cantable.

Se fue en el viento, volvió en el aire. Le abrí en mi casa la puerta grande. Se fue en el viento.

El hombre despojóse de sí mismo, también del cinturón, del brazo iz… de su propia estatura. Resbaló la mujer sus largas medias… largas como los ríos o el cansanci…

Los cuerpos se quedaban del lado s… como si uno a otro se negasen sin… y en esa negación un nudo más fuer… indefinidamente los uniera. ¿Qué sabían los ojos y las manos,

FORMÓ de tierra y de saliva un hueco, el… que pudo al cabo contener la luz. (Materia)

El encuentro fugaz de los amantes en las furtivas camas del atardece… y ya el adiós como de antes casi de empezar el amor y el jadeante amor

Aquel vientre era para ser observa… pues bajo el cristal cada pequeño… cada rugosidad se hacía multiplicado labio. El amor, demasiado brutal,

Ah soledad, Mi vieja y sola compañera, Salud. Escúchame tú ahora Cuando el amor

Un día nos veremos al otro lado de la sombra del sueñ… Vendrán a ti mis ojos y mis manos y estarás y estaremos como si siempre hubiéramos estado

Quisiera un canto que hiciera estallar en cien palab… la palabra intocable. Un canto. Mas nunca la palabra como ídolo ob…

La mujer estaba desnuda. Llegó un hombre, descendió a su sexo. Desde allí la llamaba a voces cóncavas,

La ventana con vistas al desnudo donde aún sobrenada un seno solita… se prolonga imposible la tristísim… longitud de una media abandonada,

La blanca anatomía de tu cuello. Subí a la transparencia. Tallo de soberana luz, tu cuello. Podría estar exento, ser sólo así en la naturaleza,

Cima del canto. El ruiseñor y tú ya sois lo mismo.