Tu cuerpo puede llenar mi vida, como puede tu risa volar el muro opaco de la tristeza… Una sola palabra tuya quiebra

No estabas tú, estaban tus despojo… Luego y después de tanto morir no estaba el cuerpo de la muerte. Morir

Cuando ya no nos queda nada, el vacío de no quedar podría ser al cabo inútil y perfec…

Respiración oscura de la vulva. En su latir latía el pez del légam… y yo latía en ti. Me respiraste en tu vacío lleno

Hay una leve luz caída entre las hojas de la tarde. Dame tu mano y cruza de puntillas conmigo

Toda la noche me alumbres redonda en el silencio. Toda la noche, luna, alúmbresme en el cielo. Toda la noche me alumbres,

La aparición del pájaro que vuela y vuelve y que se posa sobre tu pecho y te reduce a grano… a grumo, a gota cereal, el pájaro que vuela dentro

Ahora no tienes, corazón, el vuelo que te llevaba a las más altas cum… Lates, reptante, entre las hojas s… del amarillo otoño. ¿Y hasta cuándo en la secreta larv…

Estaba la mujer con sus dos senos, su única cabeza giratoria, la longitud de su sonrisa, el aire de estar y de alejarse sabiamente… Estaba rodeada de sí misma,

La blanca anatomía de tu cuello. Subí a la transparencia. Tallo de soberana luz, tu cuello. Podría estar exento, ser sólo así en la naturaleza,

El cántaro que tiene la suprema realidad de la forma, creado de la tierra para que el ojo pueda contemplar la frescura.

El encuentro fugaz de los amantes en las furtivas camas del atardece… y ya el adiós como de antes casi de empezar el amor y el jadeante amor

Quisiera un canto que hiciera estallar en cien palab… la palabra intocable. Un canto. Mas nunca la palabra como ídolo ob…

Cómo se abría el cuerpo del amor h… como si fuera un pájaro de fuego que entre las manos ciegas se ince… No supe el límite. Las aguas

Aquel vientre era para ser observa… pues bajo el cristal cada pequeño… cada rugosidad se hacía multiplicado labio. El amor, demasiado brutal,