Los besos que no te doy
se acumulan en mi boca,
y mi labio apenas toca
el aire por donde voy.
Si tan lejos de ti estoy
en esta aventura loca,
y tu boca me provoca
en todo lo que yo soy,
pues pongámonos traviesos:
déjame entreabiertos esos
labios color de granada,
yo me trepo en la alborada,
y llegaré hasta tu almohada
para llenarte de besos.