Todo el árbol Irguiendo está su ansia de la raíz… Se remontan Hacia la confidencia del susurro l… Por el viento

Los destructores siempre van delan… Cada día con más poder y saña, Sin enemigo ya que los espante. Triunfa el secuestro con olor de h… Que pone en haz la hez del bicho h…

El vaivén de la esquila De la oveja que pace... En su punto la tarde: Fina monotonía. ¡Polvareda de calma,

¡Beato sillón! La casa corrobora su presencia con la vaga intermitencia de su invocación en masa a la memoria. No pasa

Eras ya la fragancia de tu sino. Tu vida no vivida, pura, late Dentro de mí, tictac de ningún tie… ¡Qué importa que el ajeno sol no a… jamás estas figuras, sí, creadas,

Tostada cima de una madurez, Esplendiendo la tarde con su espír… Visible nos envuelve en mocedad. Así te yergues tú, para mis ojos Forma en sosiego de ese resplandor…

Dije: Todo ya pleno. Un álamo vibró. Las hojas plateadas Sonaron con amor. Los verdes eran grises,

Sobre el hombro solitario, Tan ligero de tan, duro, (Mira a la aurora en apuro. Fuga del lirio precario) Guarda luces de un acuario,

Muros. ........ Jardín bien gozado Por los pocos. .........¡No hay pecado! Perfección ya natural.

Mis manos y mis labios y mis ojos rehacen con creciente embeleso próximo al éxtasis, activo sin embargo,

En torno el crimen absoluto. vulgo, el vulgo más feroz, era un delirio de vulgaridad que llega a ser demente,

¡Oh melenas, ondeadas a lo príncipe en la augusta vida triunfante: nos gusta ver amanecer -¡doradas surgen!- estas alboradas

¡Cima de la delicia! Todo en el aire es pájaro. Se cierne lo inmediato Resuelto en lejanía. ¡Hueste de esbeltas fuerzas!

Cada vez que me despierto mi boca vuelve a tu nombre como el marino a su puerto. ~ Este volver a empezar

La acumulación triunfal En la mañana festiva Hinche de celeste azul La blancura de la brisa. ¡Florestas, giros, suspiros