Sombras, éramos sombras. Sombras dulces en la sombra. Sombras blandiendo su angustia Y su pesantez de roca. Sombras vivas aguzando
Tengo triste la boca. El cuerpo.… Nada cambia en la tierra sin embar… El lodo amarillento siempre es lod… Y el camino más largo es el más la… Duele mucho encontrarse uno tan tr…
Sufro tanto que a veces ni siquier… Sé si sufro por mí o por el obrero… El sufrimiento nace, simplemente. Es como un árbol ciego. No lo busco, lo llamo ni lo aguard…
Para este amor que entre ella y yo… Y entre los dos cuidamos y crecimo… Y entre los dos también alimentamo… Un poquito de sangre te pedimos. Corre dulce y alegre por la acera
Esta noche sedienta yo me he pregu… Quién eres y quién eres. Por qué es triste tu carne como un… Y por qué tienes llena la boca de… Y despacio, esta noche yo te he se…
Grande es la sombra. Yo la siento enredada en las manos Como una miel espesa. Bajo la sombra no sabemos Si el camino se marcha o si regres…
De tierra fresca eres: en la noche Me hueles a terreno trabajado. Tu olor de tierra en celo se me ac… Y me navega el cuerpo como un barc… Olor a entraña viva, a tierra jove…
Los lechos son países deliciosos Donde sólo los seres elegidos Se pueden madurar. Desconocidos Se levantan de ellos los esposos Que los dioses protegen: silencios…
Por la hija que ríe estoy doliente… Por el hijo que llora estoy en pen… Porque los dos me han puesto la co… Del alma toda abierta y toda ardie… Porque los dos han hecho que ese d…
Cuando el cielo os absorba las ent… Y quiera avergonzaros comparándose Con el cielo animal de la mirada, Volved los ojos hacia la infinitud Que lleváis escondida debajo de lo…
Soy hombre, he nacido, Tengo piel y esperanza. Yo exijo, por lo tanto, Que me dejen usarlas. No soy Dios: soy un hombre
La noche, deseosa, apenumbrada, Te quitó sin pensar las zapatillas… Y –por sentirse blanca y alumbrada… Desnudó blancamente tus rodillas. Luego –por diversión, sin decir na…
Cuando estemos de nuevo con nosotr… Contándonos los gestos, Cuando estemos hablando de las gen… A quienes más queremos, Quédate, por favor, mirando el sur…
Hay maderas oscuras y profundas Como tus ojos y tus cabellos. Porque tus ojos y tus cabellos son Como maderas profundas y charolada… Hay maderas suaves y livianas
Te tendiste de nuevo En estas largas soledades mías Para sufrir por siempre Mi tristeza. Ya no puedes fugarte