Empecé a escribir cuando leí que la mejor forma de olvidar a una mujer es convertirla en poesía, no es que que se me diera escribir, pero si eso me ayudaba a lidiar con el momento, que más podía perder.
Empecé a escribir cuando leí que la mejor forma de olvidar a una mujer es convertirla en poesía, no es que que se me diera escribir, pero si eso me ayudaba a lidiar con el momento, que más podía perder.