De vez en cuando le llueve
a tu lágrima ancestral,
vuelve octubre al ventanal,
mi dolor marca las nueve.
¡Qué soledad.!¿Quién se atreve
a decir que te deshojes,
que de recuerdos te mojes
a un costado de la sombra,
si la espuma que te nombra
dialoga con los relojes?
.
De vez en cuando se estruja
el agua para mirarte.
¿Qué noche para buscarte
cruzó el hueco de la aguja?
La neblina te dibuja
en un árbol centenario,
gota de sombra, sudario
de las horas amarillas
que le queman las semillas
al susto del campanario.
De vez en cuando la vida
pone una gris etiqueta
sobre la brisa violeta
de la luz que se suicida.
¿En cuál última estampida
de los silencios huraños,
viajan tus ojos extraños,
aquellos que languidecen
en las tardes que se mecen
en el vagón de los años?
.
Jesús Álvarez Pedraza