Si bien presiento algo que no suele estar presente,
recordar la presencia del presente no es algo en vano.
Cada día que pasa me vuelvo más cercano.
Como si en 60 años pudiese comprenderlo todo
como si pudiese encontrarlo yo solo,
y aunque presiento que mis respuestas están delante
Pasar mi vida para no comprender nada no sería sano.
Cada día le pido a Dios que alargue mis días
Que me dé mi dosis diaria de medicina natural al despertarme
Para que estando yo mismo presente pueda
Agradecerle su guía constante.
Deseo mirarme a mi espejo en cada instante
Como el que mira pasar los guardias tras los barrotes
Y atento está cuando se da cuenta que no pasan
Más sabe que es inútil contentarse.
Deseo mirarme a mi espejo en cada instante
Y entender por qué no puedo entenderme
Y por qué me pierdo en mis entrañas
Y por qué deseo quererte.
Deseo mirarme a mi espejo en cada instante
Y disfrutar de mi presente vacilante
Que por dentro solo haya fuego ardiente
Y por fuera un canto de pajaritos incesante.