He realizado el camino de vuelta a la estación,
Y he vivido un vía crucis melancólico acordándome de ti.
He caminado por la acera contraria para verte pasear
Y a la vez te sentía caminando conmigo de la mano.
He mirado ese banco,
Y en esa terraza también nos he visto juntos.
Como si pudieras llorar de felicidad y alegría al mismo tiempo.
Como si, por este instante, ese recuerdo fuera eterno.
He llamado a tu teléfono
Y nadie me contesta,
He pasado por tu casa
Y ya no hay nadie,
Me quedo mirando fijamente la ventana
Y no te encuentro,
Dicen que las buenas personas se encuentran en el cielo
Para encontrarte a ti, Diego, habría que ir más lejos.