Delirio
Mi alma es una pluma que late sin dirección,
escribiendo versos para un destino desconocido.
No hay un rostro que inspire mis palabras,
solo el amor mismo, mi musa, mi delirio.
En el silencio, escribo para la emoción que me espera,
un abrazo en la oscuridad, un susurro que me promete.
Hasta entonces, mi poesía ya no busca un nombre,
no anhela un destinatario, no suspira por un encuentro específico.
Me he liberado de la espera, me he enamorado del amor y su belleza,
de su esencia, su magia, su capacidad para hacer vivir.
Ahora escribo solo para él, en su forma más pura, por su conexión que nos une,
la esencia de lo humano, para la emoción que late en cada corazón.
No busco un final feliz, no espero una respuesta,
solo me dejo llevar por la ternura de la vida,
en todas sus formas, en todo su esplendor,
pues yo estoy cautivada por la pasión que conlleva el amor.
