EN ABRIL
#EscritoresMexicanos (1924) Poemas
¿Ni cuándo?... Sí, lo sé. Cuando… de la ceniza que en tu hogar remue… esa indulgencia inmune a la congoj… que, al fuego del dolor, pongo y a… Cuando, de la materia que me aloja
¿En dónde? ¿En qué lugar secreto del invierno está oculto el botón mecánico, la rosa, el vals o la mujer
Aunque si nada en mi interior te a… todo —fuera de mí—te transfigura y, en ese tiempo que a ninguno esp… vas más de prisa que mi desventura… Del árbol que cubrió tu sepultura
Naranjas que caían al corral de mi casa de una casa vecina, rodando por las tapias... Encendidas naranjas
¡Todavía más luz! Como el poeta, piden luz nuestras almas solitaria… ¡Que se enciendan las lámparas, y que se abran las ventanas!... Y si no basta el sol para mirarnos
Nunca me cansará mi oficio de homb… Hombre he sido y seré mientras exi… Hombre no más: proyecto entre proy… boca sedienta al cántaro adherida, pies inseguros sobre el polvo ardi…
Nada más, Poesía: la más alta clemencia está en la flor sombría que da toda su esencia. No busques otra cosa.
México está en mis canciones, México dulce y cruel, que acendra los corazones en finas gotas de miel. Lo tuve siempre presente
Una antorcha enemiga alumbra —mientras duermes—el profu… túnel que de mi amor a tu alma lle… Con invisibles puños ¿qué taciturno guardia la sustenta…
Si das un paso más te quedas sola.… En el umbral de un tiempo que no es el tuyo aún y no es ya e… Sobre el primer peldaño de una escalera rápida que nadie
Principia, pues, aquí, tu obra fut… Noche, y con lengua libre de falac… explícame la edad, el sol, la acac… el río, el viento, el musgo, la es… De los colores adjetivos cura
Voz interior, palabra presentida que, con promesas tácitas, resume —como en la gota última, el perfum… en su paciente formación, la vida. Voz en ajenos labios no aprendida
Flor que promete al tacto una cari… más que el otoño de un perfume, su… y que, pensada en flor, termina en… porque su muerte es vuelo que se i… Párpado con que el trópico precave
Esta impresión de estar vivo ya para el cielo y —no obstante—en la tierra de tu corazón, muerto!...
Palabra musical y enternecida, sonrisa de la luz entre las lágrim… eso, mi poesía... ¡Y —más alto—tu alma!