#EscritoresMexicanos
Naranjitas de China, naranjitas doradas que caían, maduras, al corral de mi casa de una casa vecina,
A través de las frases que dices adivino las que callas como, bajo los versos de un pergamino antiguo, —mal borr… por la mano del monje
No has muerto. Has vuelto a mí. L… sepultaron los hombres, no te enci… porque yo soy tu verdadera fosa. Dentro de esta inquietud del alma… que me diste al nacer, sigues en g…
¿Quién habitó esta ausencia? ¿Qué… interrumpo al hablar? ¿A quién des… del recobrado cuerpo en que me alo… ¿Quién mira, con mis ojos, lo que… La luz que palpo, el aire que resp…
Esta tarde ya sé que me quieres. Me lo dicen tus ojos dormidos, que el silencio es, en ciertas muj… una fronda cargada de nidos... Hay palabras que el alma retiene
¿En dónde? ¿En qué lugar secreto del invierno está oculto el botón mecánico, la rosa, el vals o la mujer
Esta impresión de estar vivo ya para el cielo y —no obstante—en la tierra de tu corazón, muerto!...
Todos, con el crepúsculo cercano piden fuego a mi lámpara y se van, y el viento de la puerta que entre… esparce las cenizas del hogar; tú que nada pediste y que no veo,
La mañana está de fiesta porque me has besado tú y al contacto de tu boca todo el cielo se hace azul. El arroyo está cantando
Una antorcha enemiga alumbra —mientras duermes—el profu… túnel que de mi amor a tu alma lle… Con invisibles puños ¿qué taciturno guardia la sustenta…
Cuando hay alguien que implora de… yo le ofrezco mi amor; ¿qué pudiera decirle, yo que vivo… y de mí propio, espectador? Ha de llegar un día en que mi boca…
México está en mis canciones, México dulce y cruel, que acendra los corazones en finas gotas de miel. Lo tuve siempre presente
Nos hemos bruscamente desprendido y nos hemos quedado con las manos vacías, como si una… se nos hubiera ido de las manos; con los ojos al suelo,
Tú me llamaste al íntimo rebaño —única voz que manda cuando implor… mientras la burla despreciaba el d… y florecía, en el cardal, la auror… Era la intacta juventud del año.
Para escapar de ti no bastan ya peldaños, túneles, aviones, teléfonos o barcos. Todo lo que se va