Tengo un presentimiento,
ahí en la cruz de madera,
posada sobre el joven trigal.
Presiento que seré tierra,
viviré entre raíces y recuerdos.
Recuerdo esa verde pradera,
la familia en el trigal reunida,
manteles multicolores tendidos,
los niños siguiendo el cometa.
El monte cuidando mis espaldas,
poderoso e impenetrable.
Pronto seré como la tierra,
dejaré sólo vivos mis recuerdos,
seguiré las huellas descalzas,
de aquellos que se marcharon dolidos.
Vivieron conmigo en San Francisco,
esos octubres luminosos,
mis abuelos aquellos grandes maestros,
junto a la cruz en el trigo,
Será nuestro reencuentro...
tengo ese presentimiento,
presiento que seré tierra
viviré entre raíces y recuerdos