Una copa de vino al infinito, Un último verso, Una nota al reverso, Del revés de sufrimiento. Una poesía en adoctrinamiento,
A Luis le aterraba el hecho, De dejarse tocar los dientes, Aunque el dolor era insoportable, Y la atención un desplante. Se vaciaba en soportar el hambre,
Samir cayó abatido, Frente a su casa, Una mañana sin ruido. Corría el mes de febrero, Las flores morían,
Chago se levanta temprano, Se asea, toma un baño, Almuerza algo rápido, Suspira un café amargo. Chago soporta el letargo,
Camino sesgado a pies cansados, Manipulando mis horarios, Contando baldosas, Añorando un cielo azulado. Preguntando, tal vez pensando,
¿Sabes de aquella casa? La que tiene un candelabro, Que de la ventana muestra, Longevidad y retrato. Ahí donde vivía un licenciado,
Apenas y se asomaba, Por la única ventana, Que daba a la calle. Era un hombre amenazante, Para los vecinos un asaltante,
Las figuras del circo, Han escapado, Del tratado. Los monstruos vitales, Se alistan de militares,
Hay demasiado dolor, En el fuego cruzado, De invidente invasor. Cultivan a la coalición, Que embriaga al deudor,
Tallare de flores tu tumba, Cuando te vayas, Cuando ya no estés, En mi fin de mes. O me critiques,
Ensayé de mala manera, Los últimos versos, De mis centellas, Noches en vela. Leyendo haciendo novela,
Culmina la historia vivaz, La furia de un alcatraz, Un pensamiento eficaz, Contra la voluntad. En que brillan los preceptos,
Se voltearon los relojes, El tiempo se esconde, Viejo bucle de flores. Hay fotografías no tomadas, Malas decisiones no realizadas,
Metros dentro, metros hacia abajo, Gritos de externos, mostrar un har… Ruedan las Cibeles de una plaza d… Casi es de héroes el cementerio so… Subastan las leyes en mundo de otr…
Yace de una ventana, El último grito, Del extinto héroe. Ya sin ser fuerte, Se mantiene,