Cuando vuelvas asegúrate, De destapar el vino, Fantasear destino, Compartir deseo conmigo. Cuando vuelvas ignora,
Camino sesgado a pies cansados, Manipulando mis horarios, Contando baldosas, Añorando un cielo azulado. Preguntando, tal vez pensando,
Soñé que estabas, Presente, impaciente, Rebelde. Sin memoria, Elocuente,
Ensayé de mala manera, Los últimos versos, De mis centellas, Noches en vela. Leyendo haciendo novela,
Los fascistas no usan uniforme, Ni extraen sus mentiras, Con incompletas verdades. No destrozan desde tanques, Lo hacen en la clandestinidad,
Sin energía eléctrica, Calma y paciencia, Denigrada ciencia. Se mueven las promesas, En absurda vestimenta,
Hay besos que conquistan montañas. Hay besos para las tres de la maña… Para despertar entre las pestañas, De una noche de placer postergada. Hay besos románticos de bienvenida…
Una copa de vino al infinito, Un último verso, Una nota al reverso, Del revés de sufrimiento. Una poesía en adoctrinamiento,
Aprendió a andar entre matorrales, Techos y huecos del patrullaje, Se escondía para faltar a clases, Vivía del otro lado del largo viaj… Se inculcó varias veces en el arte…
Presiento que moriré mañana, Que mi cuerpo agonizara, Mientras la rapiña reclama. Que sonará con gracia, El preludio de la traviata,
Culmina la historia vivaz, La furia de un alcatraz, Un pensamiento eficaz, Contra la voluntad. En que brillan los preceptos,
Apenas y se asomaba, Por la única ventana, Que daba a la calle. Era un hombre amenazante, Para los vecinos un asaltante,
Buenas noches, Sé que me ignoras, Me evocas, Unas ultimas horas. Guía de sombras,
¿Sabes de aquella casa? La que tiene un candelabro, Que de la ventana muestra, Longevidad y retrato. Ahí donde vivía un licenciado,
Se dice que en Burj khalifa, Se mide su altura, En el consumismo, De su altruismo. Gigantes dormidos,