Gritos de pasión y suerte, Estímulos valientes, Dulce sensación, El viento sobre las redes. Muestra sus dientes
Los fascistas no usan uniforme, Ni extraen sus mentiras, Con incompletas verdades. No destrozan desde tanques, Lo hacen en la clandestinidad,
Aprendió a andar entre matorrales, Techos y huecos del patrullaje, Se escondía para faltar a clases, Vivía del otro lado del largo viaj… Se inculcó varias veces en el arte…
A Luis le aterraba el hecho, De dejarse tocar los dientes, Aunque el dolor era insoportable, Y la atención un desplante. Se vaciaba en soportar el hambre,
“¿A que sabe?” A que sabe el dolor, De una nota de despedida, Decorada con alcohol, Un tahúr homicida.
Yace de una ventana, El último grito, Del extinto héroe. Ya sin ser fuerte, Se mantiene,
Como esperas que no olvide, Si al mirarte distante, Con el habla inoperante, Hacia mi parte. Fue solo estrategia,
Hay besos que conquistan montañas. Hay besos para las tres de la maña… Para despertar entre las pestañas, De una noche de placer postergada. Hay besos románticos de bienvenida…
No lo puedo evitar, Soñar con la verdad, De la improbable manera, De apartar las metas. Y dejar lo individual,
Yo no escribo para ganar premios, No lo hago y se nota, No me subo a ser compatriota, Del talento único. No persisto en un mundo,
Entre la prosa y tú, Está la poesía, Que sale de día, Y se pierde de noche. Cantan los reproches,
Samir cayó abatido, Frente a su casa, Una mañana sin ruido. Corría el mes de febrero, Las flores morían,
¿Sabes de aquella casa? La que tiene un candelabro, Que de la ventana muestra, Longevidad y retrato. Ahí donde vivía un licenciado,
Las figuras del circo, Han escapado, Del tratado. Los monstruos vitales, Se alistan de militares,
Sostienes la mano, Apartas el tacto, Te satisfago. Como tú a mí, Inmóvil,