Ina

¿Y Nuestra Despedida?

Nos merecíamos una despedida.

Sentía tu presencia
en cada paso al caminar.
Tu luz aliviaba,
una pregunta sin formular.
Una culpa perdida
reflejada en tu rostro,
en mi escondida
cuando miraban todos.
 
Tu recuerdo revivía,
evadiendo mi oscuridad.
Por unos instantes se escondía,
la trágica verdad.
El vacío en mi rostro al despertar.
Una sacudida en mi vida.
Mi alma se hundió en una tempestad.
¿Dónde está nuestra despedida?
 
Por cada lágrima que derrochó por ti,
una sonrisa hacia los demás.
Mentiría si te dijera
que no te apreciaba a la que más.
Un enlace unido por sangre
sin romperse por la distancia.
Por mucho tiempo que pase,
en mi corazón tienes estancia.
 
Lamento tener que escribirte
las palabras que no pude decir.
Mi mayor error siempre será
no haber decidido ir.
El alma se me rompe en pedazos
y nunca totalmente se reparará.
Cuando recuerdo esas palabras:
“Pronto a casa volverá”.
 
Un invierno ha pasado,
verano  pronto será.
Y para tu regreso sigo esperando
una excusa original.
Invento escenarios en mis sueños,
cien razones por las que volverás.
Que eres una super heroína,
o de los malos tienes que escapar.
Solo tenías veintidós años
cuando la vida decidió cortar,
tu floreciente tallo
al que más primaveras le quedaban por pasar.
 
De pequeñas inseparables,
haciéndonos largas trenzas.
La misma llevabas en tu entierro,
¿te acuerdas de ellas?
 
En el funeral rememorando recuerdos,
tu madre se me acercó.
Y comprendí en ese instante,
que este era nuestro adiós.




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