A veces la herida se vuelve profunda,
esta grabada en mi alma
como un tatuaje;
ya lo sé,
es el testimonio de haber amado con mis ojos nublados
y completamente libre de equipaje.
Bailo la danza del universo
con los pies más anclados,
en un trance alocado.
Me convierto en chamán por un segundo
y nada mas importa
excepto sentirme alado.
Y ahora mi vista está sin niebla
y siento que el cambio se avecina
¿mas alguien me comprenderá cuando transmita
esta salvaje profecía?
La vida tiene formas inusuales
de empujarnos a vivirla.