#Mujeres #SigloXX #Uruguayos
Tan arduamente el mar, tan arduamente, el lento mar inmenso, tan largamente en sí, cansadamente… el hondo mar eterno.
Estás lejos y al sur allí no son las cuatro. Recostado en tu silla apoyado en la mesa del café de tu cuarto
De todas partes vienen, sangre y coraje, para salvar su suelo los orientales; vienen de las cuchillas,
Pobre mi amor creíste que era así no supiste. Era más rico que eso
Pasa se va se pierde no se detiene fluye mana incansablemente se escapa de las manos
Cuándo ya noches mías ignoradas e intactas, sin roces. Cuándo aromas sin mezclas inviolados.
Cuando una boca suave boca dormida… como muriendo entonces, a veces, cuando llega más allá de… y los párpados caen colmados de de… tan silenciosamente como consiente…
Todo es muy simple mucho más simple y sin embargo aún así hay momentos en que es demasiado para mí en que no entiendo
Es un oro imposible de comprender,… silencio que renace y se incorpora… Las manos de la noche buscan el ai… se olvida sobre el mar, el mar cerrado,
Quiénes son quiénes son metidos en mi vida imponiendo ternura espectros como yo momentáneos y vanos
Quiero morir. No quiero Oír ya más campanas. Campanas –qué metáfora– o cantos de sirena o cuentos de hadas
Transparentes los aires, transpare… la hoz de la mañana, los blancos montes tibios, los ges… todo ese mar, todo ese mar que cum… su profunda tarea,
Dónde el sueño cumplido y dónde el loco amor que todos o que algunos siempre
Quiero y no quiero busco un aire negro un cieno relampagueante un alto